jueves, 27 de octubre de 2011

...HACERME A LA MAR TAN PRONTO COMO PUEDA...



…“Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda…”     Moby Dick. Melville.

domingo, 2 de octubre de 2011

HAY QUE IR. AL MENOS UNA VEZ EN LA VIDA





En uno de esos arrebatos de hartura colectiva y personal, nos lanzamos la semana pasada a descubrir un país nuevo para nosotros, un mundo casi desconocido, aunque adorado y con el que disfrutamos inmensamente. Describiría en tres “tags” nuestro viaje al Festival de Cine de San Sebastián: cine+descubrir+volver. Se puede entender lo que sentí a la vuelta de ese fin de semana tan especial. Con tan solo tres películas, nos impregnamos del ambiente de la ciudad. Fue espectacular. Mucho más al no conocer la ciudad de antemano, y tener el gusto de ir abriendo hueco entre esos vascos afables y simpáticos, que te sirven los típicos pintxos en cualquier taberna de la Parte Vieja donostiarra.

Por otro lado, nos picaba la curiosidad de poder ver a algún reconocido internacional, y como no podía ser de otra manera esos días en esa ciudad, nos encontramos de frente y por sorpresa con personajes de la talla de Glenn Close, Kim ki-duk, Álex de la Iglesia (junto a todo el jurado, presidido por Frances McDormand, la mujer de Joel Coen, que por cierto, me echó un broncazo…preferí hacer que no le entendía) y por último a nuestra admirada Ministra de Cultura, la señora Sinde-dos, pero con un par de orejas bien puestas.

De las pelis que al final vimos (Amen, de Kim Ki-Duk; Girimunho, de dos jóvenes directores brasileños, y Goodfellas), por supuesto, me quedo con el clásico visto en pantalla grande. Y con la experiencia de ver Una de Kim Ki-Duk a las 10 de la mañana en el Teatro María Victoria.

Dejo un enlace de Ripstein, que no quedó satisfecho con el palmarés, y mucho menos con los que conformaban el jurado de este año. No se puede querer ganar siempre, a veces, también se pierde.

http://america.infobae.com/notas/34631-Ripstein-festival-de-San-Sebastian-es-subnormal

Ese último tag que decía volver, deberá cumplirse para futuras ediciones, quién sabe si algún día para ver algo nuestro. De ilusión también…