martes, 6 de diciembre de 2011

ADIOS DOCTOR

Cuando te tiras las veinticuatro ho-ri-tas del día con un balón de fútbol a cuestas jamás te imaginas que vayas abandonarlo por otro más grande. Uno de baloncesto, de esos que huelen a cuero negro y mucho más manoseado en una cancha. La de mi colegio. Jamás abandoné ese deporte, y me refiero al fútbol, toda una pasión de enano y toda una nostalgia de ella, la pasión, que ahora un pelín más grande, me la hago olvidar a base de morfina de fútbol cuatrero entre amigos. Por entonces tengo varios personajes, de los que intento emular, al menos sus poses, sus gestos y sus tics dentro del campo. Roberto Baggio, Paolo Maldini, Van Basten y las fotos de infinidad de jugadores que jamás vi jugar, el Maradona preyonki, Enzo Francescoli o Sócrates, el jugador de la selección de brasileña que me tenía majareta con su loock de barbas y pelo largo, fibroso y largo, 1,92 de clase y un ridículo 38 de pié…un tipo, que según mi padre, hacía maravillas con el balón y sin él...utiliza la cabeza como Sócrates, que además es médico...me repetía muchas veces...ciao Doctor  

No hay comentarios:

Publicar un comentario