lunes, 16 de noviembre de 2009

HUIDAS


La tendencia innata ante un resquicio de miedo es la huida. La situación no está para tocar la pandereta, más bien para afinarlas y escapar con lo puesto. Sin duda, lo que más se estila entre las empresas. Detour, la enorme película de Ulmer, describe esta extraña sensación endémica de todo el reino animal. Esta joya del cine negro nos plantea dos cuestiones. ¿Porque huimos y dentro de la escapada hacía donde carajo vamos?
Otra obra maestro del género, Perdición de Billy Wilder, nos da la respuesta. En este caso Barbara Stanwick, la mujer fatal, enumera los pasos a seguir en caso de miedo, de presión social y de stress atávico. Engatusar a otra persona, en este caso un corredor de seguros y amortizar los bienes con un destino final. Matar el motivo de la huida. En un supuesto de negocio, cerrar y echar al candado. La solución no es definitiva. Fred MacMurray tiene que ceder, dejar de huir y pagar por celestino de soluciones. Avales, subvenciones y apoyos administrativos ejercen de este personaje. Hammet y Chandler protagonista de estas denominadas series B o novelas pulp, escriben como gurú de los 40. Las mismas dosis de cinismo y pesimismo para los destinos empresariales de la actualidad. Las últimas manchas del neoliberalismo político-económico, que curiosamente nació a la par de este género.

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