En contadas ocasiones, y para hacerme una idea de lo que se cuece más allá de nuestras fronteras, hago un repaso a los diarios extranjeros cuando tengo tiempo y ganas. En esta ocasión y pesar de ser agosto en los cotidianos españoles se plasma la más que esperada rebelión interina del PSOE, ocupando el grueso de las portadas y dejando el hueco fotográfico para las Obamas Vacances. Esa motivación política se repite en los cotidianos italianos, donde él un poco menos facha que Berlusconi, Gianfranco Fini le planta cara al actual gobierno y a los espacios libres de la polémica ley mordaza. En países como Francia, los diarios como siempre, abordan temas de corte social y hacen referencia a los incidentes climatológicos rusos, las elecciones en Ruanda y la tensión en China. Para Alemania, Pakistán ocupa un espacio más relevante, por las lluvias y los negocios que los teutones mantienen con este país del medio oriente. Los tabloides ingleses no cuentan nada que puede atraer a una persona más de medio segundo y en los diarios lusos lamentan la falta de fondo presupuestario y estructuras necesarias para poder hacer frente a los incendios que asolan en norte del país. En las antípodas, se hace alguna mención al caso Abbot y siguiendo la tradición inglesa, llenan sus portadas de sucesos repletos de asesinos en serie. Los diarios de sudamericanos se hacen eco, en Argentina y Brasil, por ejemplo, de aquello que se creen le va a dar de comer, el fútbol y lo mal que lo hizo el River y el Sao Paulo, pero con qué solvencia ganaron. Sin embargo en los diarios mejicanos, se hace una reseña a las intenciones que tiene Fox de legalizar y gravar las drogas así como de la raquítica situación laboral en el norte del país. Para finalizar mi recorrido por las portadas de la prensa internacional, termino visitando los diarios como el New York Times donde se escribe y critica todo los que sucede en el resto del mundo y algún hueco que se deja para temas de su nación, sin embargo,el Washington Post reclama acciones legales contra el caso BP y realiza un estudio de su entramado sistema económico. No sentirse a través de la prensa global, el ombligo del mundo, puede ayudar a entender ciertos estados de euforia, donde a veces, el sentirnos como hormigas nos puede ayudar a comprender que carajo pintamos y con que empatía se puede mirar y transcribir el resto de nuestros "vecinos".
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