TELESKETCH EN EL BALONCESTO

Después de la pequeña decepción en el todavía activo mundobasket, me gustaría comentar que los logros conseguidos por estos chicos son envidiables y no hay nada que reprocharles. En los mundiales de baloncesto, las últimas décimas de segundo son las que deciden, después de haber jugado mil partidos seguidos con altísimo nivel de intensidad y estrés. Ahora saldrán los entendidos de tres al cuarto que comenzarán a despotricar sapos y culebras de sus bocas patrias palillo en boca y media cerveza rancia. Esto no es fútbol y lo hemos podido comprobar con el trato de los medios le han asignado. Ahora, eso sí, en la final todo quisqui sabe que quinteto va a jugar, en que equipo de la NBA dedica el tiempo libre o en que lugar se esconden las amantes de los entrenadores. Quizás ni podamos ver si la selección consigue el 5º, 6º, 7º ó el 8º puesto, porque eso depende de los que tienen los derechos de retransmisión, y que es la Sexta, el mismo canal que mando al garete a Andrés Montes, por mucho homenaje póstumo que se haga, y que era el único que ha transmitido, gustara más o menos su particular estilo, pasión por este deporte. Incluyo en este circunloquio a Antoni Daimiel. Al pobre de Esteban Gómez lo pasaron a multisport y Ramón Trecet, ya sólo escribe mejor que locuta, una pena.

Ahora, comentaristas a parte, es hora de hacer balance, de contar algunos temas que seguramente se distraen de lo deportivo, y que se alejan de las motivaciones y frustraciones reales de un partido de baloncesto.
Para zanjar el tema de la eliminación de España por parte de Serbia, me parece que en esto del deporte no siempre ganas los que a priori tienen mejor cartel, realizan un juego más espectacular y se creen que por hacer dos pases por la espaldas con 19 años es lo más de los más (no le han dicho a este tipo lo que es el “timing”) , o los que se piensan que por utilizar una pizarra telesketch los jugadores se van a enterar mejor de es una defensa en zona 2-1-2, porque sencillamente es lo mejor para los balcánicos nos curtan a tiros (históricamente su mejor arma). Argumentos que quedan para equipos perdidos de la mano de Dios, hasta los topes de magnates rusos que invierten en deporte de igual manera que en putas en Marbella. Me refiero a esos que están destrozando en la premier inglesa por ejemplo, me refiero a equipos que serían secuelas de películas de Eloy de la Iglesia, el pico, la estanquera de Vallecas, y el Khimki ruso, dicho sea de paso ahora sin un duro, como el CSKA de Moscú por mucho que quieran alardear los magnates lavados en lejía. De ahí viene nuestro entrenador, Sergio Scariolo. El italiano hizo sus pinitos en la lega, entrenado a equipos de entidad como la Fortitudo de Bologna. Ganó el scudetto con el Pesaro y dos ligas, una con el Real Madrid y otra con el Unicaja. No está mal para un entrenador, y yo no digo que sea un entrenador del montón, al contrario, Sergio es un gran estratega y buen valedor de los grandes de Europa tales como, Dusko Ivanovic, Bozidar Maljkovic, o Messina. Comentar esto después de la corrida puede parecer arrogante pero ya llevo comentando desde antes de la consecución del campeonato europeo de Polonía, que Scariolo no es el entrenador más adecuado para la selección. En un coach de largo recorrido, muy técnico, dónde da táctica prima sobre lo físico, y esto último lo comparto a medias. Para la adaptación de este estilo de juego se necesitan meses para asimilar las defensas en caja, los ataques largos con infinidad de variantes del corte UCLA. Pepu Hernández supo trasladar las nociones básicas en un conjunto de virtuosos nacidos bajo la misma estrella. El resultado, buen rollo, diversión en el campo y resultados. Recuerdo por entonces bajo la batuta de Pepu, como Fran Vázquez, apático en ambos frentes hizo los maletitas para repensarse si salir de un bujío gallego destinos norteamericanos, muchos números para un señor que sólo hace mates y tapones. A Fran no le gusto eso de pagar la cena de novatos y las bromas del primer año. Ahora ha vuelto y eso dice mucho de este combinado, triste como la cara de San Emeterio y pasado de vueltas como el chico Mc´niñato Rubio. Por medio de estas dos etapas, Mario Pesquera manda al carajo al oportunista presidente de la Federación, de origen… extremeño… según le conviene. Salta a la palestra el italiano y el buen ambiente se pierde. En el Europeo de Polonia 2009, primer batacazo, de pronto un equipo raquítico en cancha pierde el primer encuentro ¿contra quién? Uf! Serbia, y hasta los Gasol critican al entrenador. Llul, un gran tipo y jugador se la juega porque nadie le dice lo que tiene que hacer. Un descaro sello del balear que le costó la amistad eterna del grupo, pero que fue duramente castigado por el staff que no tuvo la clase de aplaudir el gesto de valentía. El equipo estaba ya hormado y los que ganaron en Japón, se conjuran en el hotel de concentración para hacer las cosas lo más dignamente posible. De aquel Saitama donde Gasol y Calderon eran las figuras, hemos pasado a depender de Marc y Ricky, el cambio es generacional y demasiado sustancial. Gasol es elegido el mvp (lo lógico, un jugador de equipo campeón, no como en el fútbol). Ahora Pau está de gira, de pseudocomentarista y Calderón rodilla en alto en Villanueva de la Serena. Los hemos echado mucho de menos. Pero no nos olvidemos de Jiménez, el verdadero Rudy Fernández, el místico Navarro, o simplemente el buen hacer de Cabezas. Misterios a parte, Teodosic tuvo en su poder la última posesión y eso para que un equipo quiera ganar un partido en una mala señal, el catenaccio sólo funcionaba en el fútbol. Las últimas décimas de segundo en esto del basket deciden el destino de muchas personas. Es hora de borrar los monigotes de la pizarra magnética española y dejar tierras otomanas con cara de bobo.